domingo, 10 de febrero de 2019

Salmonelosis

Salmonella spp es un bacilo Gram negativo, anaerobio facultativo, oxidasa negativo, de la familia de las enterobacterias. Es móvil, no fermenta la lactosa, produce ácido y gas de la glucosa (a excepción de Salmonella typhi que no produce gas) y producen súlfuro de hidrógeno.




Según datos epidemiológicos de la ECDC, en 2016 hubo 95326 casos declarados de salmonelosis no tifoidea, de ellos 9818 en España. La fiebre tifoidea aunque no muy frecuente en los países desarrollados, (845 casos en 2015, 3 en España) sigue siendo un problema de salud pública...




Actualmente y según criterios genómicos basados en la secuenciación de RNAr 16S y de otras secuencias, hay 3 especies de Salmonella: S. enterica, S. bongori y S. subterranea. La S.enterica se divide a su vez en 6 subespecies: enterica (I), salamae (II), arizonae (IIIa), diarizonae (IIIb), houtenae (IV) e indica (VI). La más importante desde el punto de vista patógeno humano es la subespecie enterica (I). Además, estas subespecies se clasifican en serotipos o serovares basándose en la clasificación de Kauffman–White que las clasifica en función de los antígenos somáticos (O) y flagelares (H). Actualmente existen unos 2523 serotipos diferentes. Cuando no se dispone de sueros específicos para los diferentes antígenos de Salmonella pero sí de sueros para los antígenos somáticos, las salmonellas se pueden clasificar en diversos serogrupos designados A,B,C,D y E. 

Vayamos ahora con la patogenia. El reservorio principal de las salmonelas es el intestino de numerosos animales salvajes y domésticos tales como cerdos, gallinas, bovinos, roedores, perros... También se encuentra en la piel de tortugas y numerosos reptiles entre los que se encuentra la iguana así que si se utilizan como mascotas son fuentes potenciales de salmonelosis. La transmisión se produce a través de alimentos contaminados procedentes de animales infectados o a través de las heces de animales o personas infectados. Incluye huevos y derivados, carne, leche cruda (otro hecho más para no consumirla así), aves de corral, vegetales crudos para ensalada etc. Es importante la transmisión oro-fecal que se produce entre personas infectadas que tienen diarrea.

Cuando nos tomamos un producto contaminado, la acidez gástrica es capaz de matar a la mayoría de las bacterias, pero hay una cierta subpoblación de bacterias que puede desarrollar tolerancia al medio ácido y sobrevivir. Llegan al intestino delgado y allí el patógeno logra atravesar la barrera intestinal y es fagocitado a nivel de las células M de los enterocitos y placas de peyer. Su protección frente al sistema inmune (sobre todo Thyphi y Parathyphi) le permite diseminarse linfáticamente y colonizar el hígado y bazo.


Comenzará entonces a multiplicarse y a aumentar en número, aumentando la posibilidad de que un hospedador sufra una bacteriemia. Se pueden producir tres tipos de cuadros clínicos en base al serotipo: gastroenteritis, enfermedad diseminada y fiebre tifoidea.

-Gastroenteritis: Los síntomas suelen aparecer entre 12-72 horas después de la ingestión del alimento contaminado. Los signos y síntomas más frecuentes son náuseas, vómitos, dolores abdominales y diarrea. También son comunes los dolores musculares y de cabeza y la fiebre.
Suele ser un cuadro autolimitado que remite espontáneamente a los 5-7 días de empezar. Suele estar producido por los serotipos S. enteritidis, S. thyphimurium y S. virchow. A veces, (en un 8% de casos) una salmonelosis no tratada se complica produciendo el 2º cuadro:

-Enfermedad diseminada: Se produce una bacteriemia, generalmente transitoria por el paso de la bacteria a la sangre. Entre las complicaciones de la bacteriemia se incluyen las infecciones focales en cualquier sitio incluyendo el SNC, el sistema osteoarticular,válvulas cardíacas...
En este caso sí estaría indicado dar un antibiótico para tratarla. 

-Fiebre tifoidea: Este caso es el más grave de los tres, siendo producido por los serotipos Thyphi y Parathypi. Aparecen escalofríos, cefalea, náuseas, anorexia, tos y diarrea o estreñimiento. 
La fiebre es prolongada y entre un 20-40 % de los casos presentan dolor abdominal. La roseola tifoidea (signo clínico típico de la enfermedad) aparece durante la primera semana y dura 2 a 5 días.
Si no se trata la fiebre tifoidea, se producirán complicaciones entre la 2ª y la 4ª semana que abarcan desde las perforaciones intestinales y las enterorragias, hasta abscesos, endocarditis, osteomielitis, meningitis o hepatitis. Además pueden acantonarse en la vesícula biliar produciendo portadores crónicos asintomáticos que pueden diseminar la bacteria.

 -Diagnóstico: Se puede hacer mediante dos métodos: coprocultivos y hemocultivos (los hemocultivos serán importantes sobre todo en la fiebre tifoidea donde suelen ser positivos en la primera semana de la infección). 

-Tratamiento: Se recomienda para la fiebre tifoidea y para los portadores crónicos de más de un año. Actualmente se usan ceftriaxona (1g por vía intravenosa o por vía intramuscular cada 24 horas durante 3 días), o bien ciprofloxacino (500 mg/12 h/10 días).


-Prevención: para la prevención os dejaré con la infografía de donde podréis ver que es lo más recomendable para no coger una toxiinfección por esta bacteria:


Y esto es todo, debajo os voy a dejar unos cuantos enlaces interesantes, así como las fuentes de donde he cogido las fotos.

Enlaces interesantes:

Fuentes de las fotos:

Esto es todo, espero que os haya gustado y ¡hasta la próxima, amigos! 

2 comentarios:

  1. Muy buenas Jorge; te felicito porque es un artículo muy completo, a la vez que expuesto de forma muy didáctica.

    Me lo guardo por si lo necesito como base o para completar algún artículo mío.

    Lo dicho, muy bueno.


    Un cordial saludo

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