Hoy, os hablaré de la Listeria monocytogenes, que dentro del género Listeria es la única implicada en patología humana.
Las bacterias del género Listeria son bacilos gram positivos cortos,
regulares, no esporulados ni ramificados y con flagelos peritricos
(flagelos que se proyectan en todas las direcciones).
Son anaerobias facultativas, catalasa positivas y oxidasa negativas.
Hidrolizan la esculina en pocas horas, pero no la urea ni la gelatina;
no producen indol ni SH2.
Están muy extendidas en el medio ambiente. Su hábitat principal es el
suelo y la materia vegetal en descomposición, pero también contaminan
alimentos, siendo ésta la via de infección.
Entre estos alimentos que contaminan debido a su amplia distribución
están la leche cruda, el queso elaborado con esta leche, la carne cruda
o mal cocinada (pollo, pavo...), verduras crudas, embutidos, patés,
quesos frescos o poco curados (camembert, brie...) entre otros.
L. monocytogenes es un patógeno facultativo intracelular que puede
crecer en los macrófagos, las células epiteliales y los fibroblastos en
cultivo. Dentro, produce una toxina citolítica y hemolítica, llamada
listeriolisina O, que actúa como un importante factor de virulencia.
Y es que esta listeriolisina O junto a fosfolipasas C le permiten
destruir el fagosoma hidrolizando los lípidos de su membrana. Esta
listeriolisina está codificada por el gen hly. También produce la
polimerización intracelular de la actina a través de la ActA (proteína de
superficie).
El cuadro clínico que puede producir se puede presentar bajo dos formas
diferentes: como listeriosis gastrointestinal no invasiva o como
listeriosis invasiva. La primera se da en individuos inmunocompetentes y
la segunda en inmunocomprometidos.
Dentro de los segundos, son especialmente susceptibles los pacientes de
edad avanzada o con patología de base. Entre éstas, hay que hacer
especial
mención de las neoplasias, sobre todo hematológicas, trasplantes de
órganos, colagenosis, diabetes mellitus y SIDA.
Especialmente susceptibles son las mujeres embarazadas, ya que la
listeriosis es 18 veces más frecuente en el embarazo que en la población
no gestante y el 16-27% de todas las infecciones causadas por listeria
ocurren en la mujer gestante.
Es poco frecuente el desenlace fatal en la madre, pero si no se instaura
el tratamiento adecuado se suele producir una amnionitis e infección
fetal. La afectación fetal puede ser causa de aborto o parto prematuro con granulomatosis infantiséptica.
Este proceso se caracteriza por la formación de abscesos o granulomas
diseminados en órganos internos como hígado, pulmón, bazo, riñón y
cerebro. Tiene muy mala evolución, con una mortalidad cercana al 100%.
También es posible otro cuadro clínico en neonatos que es más frecuente.
Éste, no tiene ningún tipo de manifestación clínica en el momento del nacimiento. A los 3-4 días de edad, comienzan con un cuadro de fiebre como consecuencia de una bacteriemia. No es infrecuente que durante esta bacteriemia se produzca meningoencefalitis o cerebritis.
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