domingo, 17 de marzo de 2019

Virus del papiloma

Hoy os hablaré de un virus causante de verrugas, condilomas y en algunos casos dependiendo del tipo del que estemos hablando de cáncer anogenital y orofaríngeo. Estoy hablando del papilomavirus o virus del papiloma humano (VPH).

Los papilomavirus constituyen el género Papillomavirus de la familia Papillomaviridae. Son virus DNA, sin envoltura lipídica, con cápside icosaédrica y con un genoma circular de 8 kilobases que codifica para ocho genes, incluidas dos proteínas estructurales de encapsulación: L1 y L2.

Se han identificado al menos 184 tipos de VPH, aunque sólo unos pocos son los responsables directos de las infecciones. Y aunque la gran mayoría causan infecciones subclínicas y asintomáticas, en ocasiones se producen infecciones clínicas que pueden ocasionar problemas para los pacientes.

Los VPH se pueden clasificar en dos tipos dependiendo de la zona donde produzcan la infección. Así, podemos distinguir entre los que producen verrugas cutáneas y los que producen verrugas genitales.
Dentro de los que producen verrugas cutáneas se pueden dividir a su vez en 3: verrugas comunes, verrugas plantares y verrugas juveniles o planas.

Verrugas juveniles o planas

Los VPH de tipos 1, 2 y 4 son los más frecuentemente encontrados en verrugas cutáneas.
Los de tipo 6 y 11 son los más frecuentes en verrugas genitales.

Epidemiología: Las verrugas cutáneas son muy frecuentes en niños en edad escolar, con una prevalencia estimada entre un 4 y un 20%. No deben ser confundidas con los acrocordones que son crecimientos benignos de la piel que no son contagiosos y que crecen sobretodo en cuello, axilas e ingles.
Las infecciones genitales por VPH se producen por vía sexual, y es la infección de transmisión sexual más común de todas. Casi todos los hombres y mujeres sexualmente activos lo contraen en algún momento de su vida. Se puede transmitir al tener relaciones sexuales orales anales o vaginales con una persona que tenga el virus. El preservativo protege parcialmente de la infección, pero no produce una protección completa.
En la mayoría de los casos, el virus desaparece por sí sólo y no produce ningún problema de salud. Pero en otros casos, no desaparece, pudiendo permanecer en latencia durante décadas y manifestarse en algún momento produciendo verrugas genitales y/o cáncer (cervical, anal u orofaríngeo).

Para que os hagáis una idea de lo común que es el VPH, se estima en EEUU una prevalencia estimada de 20 millones de infecciones y una incidencia anual de 5,5 millones de infecciones en mujeres.
A nivel mundial, un metaanálisis con 150000 mujeres demostró que la prevalencia mundial puntual de VPH es de aproximadamente un 10%.
La prevalencia de condilomas acuminados y de verrugas genitales oscila entre un 0,2% y un 5% basándose en la exploración genital. La estimación es que cada año sufren verrugas genitales sintomáticas alrededor de 500000 personas.
En España, la prevalencia de infección por VPH en mujeres sexualmente activas es de un 14%. A partir de los 40 años disminuye, aproximadamente entre un 5-6%.

Los VPH se pueden dividir también entre los tipos que tienen alto riesgo oncológico, que son el 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 66 de la clasificación de la International Agency for Research on Cancer y los de bajo riesgo oncológico entre los que se encuentran el 6 y el 11 entre otros.
Los tipos más oncogénicos de VPH son el 16 para el carcinoma epidermoide y el 18 para el adenocarcinoma, siendo los más frecuentemente encontrados.

Están fuertemente implicados en el cáncer de cuello uterino (siendo el factor más importante de este tipo de cáncer aunque no el único) y en otros tipos de cáncer epidermoide como el de vulva, el de vagina y el de pene. También se encuentra en el el 84% de los cánceres epidermoides anales y en el 72% de los orofaríngeos.

Patogenia: El primer paso para que un VPH produzca infección es que los viriones se unan a células del epitelio escamoso. Una vez hecho, se pueden producir dos tipos de infecciones: la productiva o activa (en la cual se produce una intensa actividad replicativa que ocurre en las capas intermedias y superficiales del epitelio escamoso y que producen cambios celulares característicos sobre las células infectadas) y la latente en la cual permanece sin replicarse y ocurre en células inmaduras del epitelio escamoso.



Diagnóstico: dado que la mayor parte de las infecciones por VPH son autolimitadas, el diagnóstico va encaminado a un cribado en poblaciones de riesgo, ya que se ha demostrado ser efectivo en la reducción de la incidencia y la mortalidad por cáncer de cuello uterino.

El cribado se hace mediante la prueba de Papanicolau o citología cervico-genital con el objetivo de encontrar anormalidades en el epitelio cervical que pueden ser precursoras de un cáncer cervical.

Prueba de Papanicolau

La clasificación de las lesiones premalignas siguió varios sistemas hasta que se adaptó el actual que es el sistema Bethesda. La correspondencia entre clasificaciones sería la siguiente:



El sistema Bethesda incluye en el informe citológico la calidad de la muestra e incorpora un término nuevo que es el atypical squamous cells of unknown significance, (ASCUS) para clasificar aquellas alteraciones citológicas equívocas que no permiten descartar totalmente la presencia de una lesión intraepitelial pero tampoco son suficientes para diagnosticarla.


La baja sensibilidad de la citología cervical para el diagnóstico de lesiones de alto grado, aumenta mucho cuando se combina con la detección molecular.

En España, desde 2006, la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (AEPCC), la   Sociedad   Española   de   Ginecología   y   Obstetricia   (SEGO),  la  Sociedad  Española  de  Anatomía  Patológica  (SEAP)  y  la  Sociedad  Española  de  Citología  (SEC)  han  incluido  de  forma  opcional  en  sus  recomendaciones  la  utilización  de  la  prueba  de  VPH  en  mujeres  mayores  de  35 años, proponiendo dos posibles estrategias de cribado: combinación   de   citología   y   prueba   de   VPH   (prueba   conjunta o co-test) cada 5 años o citología exclusiva cada 3 años. 

En España existen estrategias de salud pública diferentes para cada una de las 17 comunidades   autónomas. Mayoritariamente  los  programas  de prevención del cáncer de cuello uterino son oportunistas y con una importante heterogeneidad en sus  características  y criterios de aplicación. El cribado oportunista dificulta la obtención de una cobertura óptima y penaliza la equidad.

En general, el cribado recomendado es el siguiente:




La exploración anoscópica se debe considerar en los pacientes con verrugas perianales, síntomas anales o antecedentes de coito anal receptivo. La cavidad oral debe evaluarse en todos los pacientes con verrugas anogenitales por la posibilidad de que presenten verrugas orales concomitantes.

Tratamiento: en la actualidad, no hay tratamientos completamente eficaces y seguros frente a las enfermedades causadas por el VPH, y las terapias que se aplican hoy en día no persiguen el objetivo de eliminar el virus, sino que tratan de disminuir o, si es posible, eliminar las manifestaciones clínicas.
Para las verrugas cutáneas el tratamiento más común que se realiza es mediante preparados que contienen ácido salicílico, también se puede utilizar la crioterapia con nitrógeno líquido. El imiquimod es un inmunomodulador aprobado por la FDA para el tratamiento tópico de las verrugas genitales.
Para las verrugas anogenitales se utiliza la podofilotoxina, el imiquimod y el polifenon E. Además de la crioterapia, también se puede utilizar la cirugía para la eliminación de verrugas perianales y genitales.
Los métodos que se usan comúnmente para tratar cambios precancerosos del cuello uterino son criocirugía (congelamiento que destruye tejidos), LEEP (procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa o la extracción de tejido del cérvix o cuello uterino mediante el uso de un aro caliente de alambre), conización quirúrgica (cirugía con un bisturí, con láser, o con ambos para extraer del cuello uterino y del canal cervical tejido en forma de cono) y conización con vaporización de láser (uso de láser para destruir tejido cervical).  

Prevención: En la actualidad, no hay métodos de prevención eficaces para las verrugas cutáneas, salvo la evitación del contacto con las lesiones infecciosas. En el caso de las verrugas plantares, la evidencia empírica sugería que el uso de calzado protector (calcetines antiverrugas) sería eficaz. 
El frotis de Papanicolaou es una herramienta esencial para la detección y prevención del cáncer cervical.

En España hay 3 vacunas comercializadas para la prevención de la infección por VPH: Gardasil, Gardasil 9 y Cervarix. Las tres vacunas protegen de la infección por los tipos 16 y 18 de VPH. Gardasil protege también de la infección por los tipos 6 y 11 de VPH, los cuales causan 90 % de las verrugas genitales. Gardasil 9 protege de la infección por los mismos cuatro tipos de VPH y otros cinco tipos de VPH que causan cáncer (31, 33, 45, 52 y 58).


La Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación en todas las chicas y chicos adolescentes que vivan en España, preferentemente a los 12 años, para conseguir la protección frente a este virus relacionado con tantos variados cánceres.
La vacunación es eficaz especialmente si no se ha producido la infección y esto solo puede asegurarse cuando aún no se han iniciado las relaciones sexuales. Por esta razón, son los preadolescentes y adolescentes los que potencialmente resultarán más beneficiados de los efectos preventivos de la vacuna.
Una persona que ya haya sido infectada por los tipos de VPH que contienen las vacunas no responderá a la vacunación, pero sí en caso de infección por solo alguno de ellos o ante reinfecciones.

Es una vacuna inyectable que se pone habitualmente en el brazo. Está incluida en los calendarios de vacunación de todas las comunidades autónomas españolas, pero solo para las chicas, administrándose alrededor de los 12 años. Está admitido su empleo en personas de 9 años de edad en adelante. La pauta completa consta de 2 o 3 dosis, según la edad de inicio, y se finaliza en 6 meses.

Y esto es todo. A continuación, os voy a dejar los enlaces a las imágenes así como enlaces para el que quiera ampliar información.No dudéis en dejarme comentarios si creéis que me he dejado algo o tenéis dudas sobre lo que sea. Un saludo y hasta la próxima.


Enlaces de las imágenes:
-https://dimygen.webcindario.com/31.html
-http://tratamientosparaeliminarlasverrugas.blogspot.com/2016/11/como-eliminar-verrugas-planas-juveniles.html
-https://clinicaholland.com/products/prueba-de-papanicolaou


Enlaces a artículos:
-http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-universitaria-304-articulo-biologia-del-virus-del-papiloma-X1665579610901659
-https://www.seimc.org/contenidos/documentoscientificos/procedimientosmicrobiologia/seimc-procedimientomicrobiologia57.pdf
-http://www.aepcc.org/wp-content/uploads/2015/05/AEPCC_revista01.pdf
-https://www.seepidemiologia.es/documents/dummy/4monografiaVirusPapilomaYCancer.pdf
-https://vacunasaep.org/familias/vacunas-una-a-una/vacuna-virus-papiloma-humano
-https://www.cdc.gov/std/spanish/vph/stdfact-hpv-s.htm

Por último y antes de despedirme, aquí os dejo el vídeo de Rocío Vidal que me inspiró a crear esta entrada. Aquí os lo dejo:





1 comentario:

  1. Hola!! Con 42 años y conizada, sería recomendable vacunarme con cervarix? La gine no me da mucha información, pero entiendo que si tengo los virus 16 y 18, no me serviría de mucho no?

    Gracias
    Un saludo

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